XXI - Universitat de València
Prosificación: La juventud arde y los arados peinan las tierras que surcaron antes, mal conducidos, cuando no arrastrados de tardos bueyes, errantes cual su dueño; los ganados, sin pastor que los silbe, ignoran los crujidos resonantes de las hondas, si el céfiro no silba o cruje el robre, en vez del pastor pobre. Observaciones: La juventud arde de amor.